¡Hola mis queridos lectores y lectoras!

Este tema me surgió desde anoche. Hoy fué uno de esos días que uno se encuentra con todo el mundo y habla y tiene que escuchar a todo el mundo… Uf… llegué agotada… Y me dije: «a ver… que tanto me aportaron todas las palabras que tuve que escuchar hoy?»,»valió la pena?». Si! claro que valió la pena! Si no no estaría escribiendo ahora sobre este tema.

Quiero que te quejes y mucho!!!!!!!!!! Si eso te hace sentir mejor, si eso te ayuda, adelante!!!!! Luego me cuentas que resolviste con eso…

Todos nos quejamos por naturaleza, es normal, siempre y no sé por qué, vemos el lado negativo de las cosas…
Si te quejas por hobby y/o por diversión, ok. Ahora, si te quejas porque REALMENTE te peeeeeeesa toooooooodo tu alrededor (trabajo, familia, finanzas, salud, etc…) y dijiste «Ya no quiero tener nada de que quejarme», pongamos manos a la obra!

Tranquilo, no es tan difícil… solo es cuestión de no dejar que nuestra mente siga en control, sino tomar el control nosotros y EDUCARLA con constancia a que cambie su manera de mandarnos pensamientos. Difícil? Nooooooo!!!!! Bueno… un poquito… es como comenzar a ir al gimnasio. Una vez que agarramos carrera, todo es cuestión de mantenernos activos y ya no nos van a doler los músculos.

Si leíste hasta aquí, es porque estas buscando una salida al «carusel de la queja», cierto?

Ok, ahí te va… te va a parecer muuuuuuy cursi… lo lamento, así es esto…. Comienza a DAR GRACIAS!   HA!  Seguro ya lo escuchaste muchas veces eso de dar gracias, verdad? Bueno, pero es el primer paso. Seguro me vas a decir: «de que quieres que de gracias si no tengo trabajo, mi familia me dejó, no tengo dinero (ah! pero si tienes internet, verdad?!), estoy mal de salud, bla, bla, bla, bla…

A ver, esto es UN EJERCICIO! De eso se trata!!! (y es mental, no sea de que te tengas que parar y te canses) De que pongas a trabajar esas tres neuronas dormidas que tienes al lado de la que está lo suficientemente despierta y hace contigo lo que quiere!

OK, cuando dejes de quejarte de lo que te acabo de escribir, seguimos… tic, tac, tic, tac, tic, tac…

Ya? SEGUIMOS? Bueno… Haciendo referencia a tooooooooodas esas quejas, que como vas a poder hacer eso si toooooooodo es malo? Ahí te va la receta: agarras una lupa (si, una lupa y si no la tienes, simplemente abre bien esos dos ojos con los que estás leyendo este artículo) y vas a comenzar a mirar a tu alrededor… tic tac, tic tac, tic tac…. listo? (Me encantaría decirte que anotes en un papelito todo lo que ves, pero como no lo vas a hacer, no hace falta).

Ok, que estás viendo? Estás viendo??!!! Ahí ya tienes la 1era cosa para agradecer!!!!!! Tienes vista, puedes ver!!!! «Gracias (universo, Dios, vida, Buda o quién sea…) por darme la vista y poder disfrutar ver la luz, la lluvia, las estrellas…..» Se entiende?! Que mas… estás comiendo, gracias por la comida de cada día, gracias por esa cama en la que todas las noches puedo descansar cómodamente, gracias por mi perro que siempre me saluda cuando llego a casa, gracias por tener la posibilidad de tener internet, gracias… gracias… gracias… etc, etc., etc.

Comienza con las cosas más «banales», más «obvias» (que si lo piensas, no lo son porque mucha gente no lo tiene).

Ves? Ya te quité 5 minutos de quejas! 😉

Como sigue esto? Exactamente así. Cuando no sepas que agradecer, comienza con lo más sencillo, el poder caminar, el tener con qué vestirte y así. Y poco a poco te darás cuenta de que encontrarás más y más cosas por las cuales dar las gracias. Comenzarás a darte cuenta, que así como hay cosas «malas» de que quejarse ,hay más cosas buenas para agradecer.

Y sabes que sucede en el momento que comienzas a agradecer?

1. Te olvidas de la queja (por algo llegaste aquí)

2. Tus pensamientos y tus palabras son un bumeran, si te quejas, te van a venir más cosas de que quejarte. Si agradeces, adivina… exacto! Te llegarán más cosas por las cuales agradecer.

Si te tomas esto en serio, hazlo por 21 días seguidos (si fallas uno, comienza a contar desde 0) y verás el cambio!

Solo es cuestión de que te despiertes de tu pesadilla, mires a tu alrededor y te des cuenta de una vez por todas, que hay un mundo maravilloso allí afuera que solo está esperando a que lo descubras.

Si te gustó el artículo comenta! Si tienes sugerencias de algún tema en especial, también.

Hasta la próxima!!

Tamara Kranz
Terapeuta y Coach de vida

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